Las cantiñas más cultivadas por los artistas y las más celebradas por el público desde los primeros años del género son las alegrías. El contrapunto idóneo a la soledad. Eso es el flamenco, desde la alegría y la juerga hasta la soledad y el llanto, la música que reconforta los sentidos tanto como los hiere. Las alegrías se formaron a partir de la jota, el más extendido de los géneros populares españoles. La jota sirvió de marco a la exaltación popular desde mediados del XVIII hasta bien entrado el siglo XX, y los flamencos la tomaron para recrear en clave artística un ‘canto alegre’ que contrastara con el dramatismo de los otros cantes del repertorio. Las alegrías cubrieron un hueco importante en el sistema musical flamenco, el compás amalgamado propio de los estilos que marcaban la pauta del género recién nacido (aire de jaleo), las soleares, pero en modo mayor (ver cantiñas). Las alegrías de Cádiz se componen de 4 versos octosílabos que pueden rimar abaab o bien abba. Los fandangos constan de 5 versos octosílabos, que pueden rimar de muy diferentes formas,siempre y cuando tengan solo dos rimas:a y b. Antonio Machado y Alvarez ‘Demófilo’ (padre de los Machado) se refiere, en 1881, a las alegrías cuando hace mención de algunas tonadillas en forma de ‘juguetillos’ o alegrías, en relación a unas coplas que se cantaban en Cádiz durante el siglo XIX. Entonces no las consideraba cante flamenco como tal. Por lo visto el modo mayor frente al modo andaluz (única diferencia entre cantiñas y soleares) restaban ‘pureza’ a las alegrías con respecto a su hermana carnal la soleá.
Los alumnos de nuestro centro han dejado volar su imaginación y han expresado sus sentimientos en forma de alegrías y de fandangos. Aquí dejamos algunas de sus creaciones:
Cuando
en la noche a solas
me
quedo con mi silencio
apareces
arrogante
para
darme más tormento.
Nombrarte
todas las noches
puede
ser una conquista
no
decir tu bello nombre
un
castigo de por vida
Tú
que te sabes de niebla,
herida
de silencios
escribes
en la arena
su
nombre y tus sueños.
Contando
las olas
sentadita
en la arena
canta
sus penas la Lola
ya
no es una sirena.
Esta entrada es preciosa.
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